Cuando estaba estimulándome para la punción de la FIV, mis deseos se centraban en que pasase lo que pasase no sufriese ninguna hiperestimulación , ilusa de mí pensaba que eso era lo que menos me apetecía que me ocurriese. Cual fue mi sorpresa cuando al despertar de la sedación - tras la punción- el ginecólogo me recomendó encarecidamente que hiciese reposo y evitase cualquier esfuerzo para así no sufrir una torsión ovárica. Yo me quedé con sus palabras, pero aún así cabezona de mí le pregunté si tenía riesgo de hiperestimulación, a lo que él me respondió que en principio no, pero que estuviese alerta a los próximos días por si tenía síntomas extraños, y de nuevo me hizo hincapié en la dichosa torsión ovárica.
Los días previos a entrar a quirófano me había intentado informar de lo máximo posible, para tener más constancia de los efectos secundarios que podría sufrir tras ese procedimiento, pero debo de admitir que no le había dado importancia a aquello que me acababa de decir el médico, por lo tanto, tras llegar a mi casa me puse manos a la obra y cual fue mi sorpresa al saber que si sufría una torsión ovárica, la hiperestimulación era el menor de mis problemas...
¿Qué es la torsión ovárica?
Consiste en la rotación del ovario de forma que puede llegar a ocluir la arteria ovárica y/o la vena. Esto provoca un fuerte dolor abdominal, nauseas, fiebre, etc. Y lo que menos me gustó de todo... el tratamiento requiere cirugía.
Esta dolencia además es más habitual (en torno al 70%) en mujeres en edad fértil, es decir, entre los 20 y 39 años de edad. La torsión ovárica representa el 3% de las urgencias ginecológicas. Si tuviésemos que enumerar los principales factores de riesgo para sufrir este trastorno, podríamos decir que entre ellos se encuentra:
- El embarazo.
- La menopausia.
- Aumento de la longitud de los ligamentos del ovario.
- Ovarios demasiado grandes (como es en mi caso, después de mi tratamiento hormonal y posterior punción folicular)
- Tumor ovárico.
- Cuerpo lúteo agrandado en la gestación.
Generalmente afecta sólo a uno de los dos ovarios, con predominio del derecho.
¿Cuáles son los síntomas de la torsión ovárica?
Estuve los tres primeros días atenta a que no me ocurriese nada de lo siguiente (también siendo todo lo prudente posible para evitarlo a toda costa):
- Dolor abdominal muy intenso, constante o intermitente, que se acaba extendiendo por la espalda y la ingle del lado del ovario afectado.
- Fiebre.
- Náuseas y vómitos.
¿Cuál es el tratamiento?
Normalmente el diagnóstico es bastante difícil, ya que una resonancia o una ecografía no siempre confirman esta patología, por lo que si te encuentras en un caso de tratamiento de fertilidad, tendrás que informar inmediatamente de la punción folicular y tratamiento hormonal al que has sido sometida. La mayoría de las veces es necesario hacer una laparotomía o laparoscopia para realizar el diagnóstico definitivo. Si se confirma, se aprovechará la cirugía para tratarlo.
En los casos graves puede ocurrir la necrosis del ovario, en cuyo caso será necesario extirparlo.
Por lo tanto, haced caso a las recomendaciones del médico y seguid al pie el reposo que os recomiende, evitad grandes esfuerzos y tomáoslo todo con mucha tranquilidad. Espero haberos sacado de dudas en cuanto a este tema.
Un abrazo ovositoras.
Comentarios
Publicar un comentario