¿Qué es la hiperestimulación ovárica?


Esa pregunta ha estado rondando en mi cabeza desde que empecé a indagar sobre la fecundación in vitro (FIV). La FIV ya de por sí es un tratamiento para el cual una debe de estar mentalizada psicológica y mentalmente, y para ello es primordial indagar y preguntar a los profesionales todo lo que nos pasa por la cabeza, intentando resolver así, la mayor parte de dudas que tenemos. 

Escribo precisamente este post porque a día de hoy me encuentro en la fase de estimulación ovárica, debo de decir que lo llevo bastante bien, los pinchazos no duelen y de momento el único síntoma que tengo es el cansancio sobrehumano que hace que quiera dormir por los rincones. Debo de confesar que el primer día de pinchazos fue un poco desagradable, ya que a las seis horas o así de administrarme las hormonas, empecé a encontrarme mal y tuve bastantes náuseas. Fue a raíz de ahí cuando empecé a investigar por si habían trucos o recomendaciones de la alimentación en cuanto a la estimulación, así es como descubrí el síndrome de hiperestimulación ovárica.

¿Qué es la hiperestimulación ovárica?

La hiperestimulación ovárica aparece cuando los ovarios producen una respuesta anormalmente elevada ante una estimulación hormonal que persiste y se prolonga. Esta complicación se produce durante la fase lútea del ciclo menstrual y es uno de los efectos secundarios cuando te expones a un tratamiento como es la estimulación hormonal. 



Puede ocurrir que cuando la paciente lleva pocos días de tratamiento, al hacerse un control ecográfico se observarán una gran cantidad de pequeños folículos - más de veinte - los cuales producen unas cifras muy elevadas de estrógenos. Al verse esta complicación tan tempranamente, es fácil prevenir la hiperestimulación grave, ya que el síndrome lo desencadena la hormona hCG, la cual se administra para provocar la ovulación. Cuando se da esta situación lo normal es que el ciclo se cancele, la hCG no se administra y se minimiza así el riesgo de tener esta complicación. Los folículos se irán reabsorbiendo de forma espontánea y se iniciará el ciclo al mes siguiente. 

En otros casos, la respuesta incialmente es normal, pero el síndrome se desarrolla cuando ya se ha administrado la hCG. Varios días después de la aspiración de los óvulos, la paciente presentará un cuadro de distensión abdominal y molestias en los ovarios, esto se debe a que la hiperestimulación hace que el plasma sanguíneo trasvase las arterias y pase a la cavidad abdominal. Si la cantidad de líquido es elevada, se producirá una ascitis que produce molestias ya que comprime las asas intestinales, dificultando la digestión y la respiración por la elevación del diafragma. Los ovarios aparecerán muy aumentados de tamaño y flotando en el líquido, por lo que al moverse el paciente nota cada vez más molestias. Debido a esa salida del plasma hacia la cavidad abdominal, la sangre se vuelve más densa, por lo que existe un riesgo de  coagulación intravascular que puede ser muy grave, como consecuencia de esta falta de líquido en sangre, la diuresis también disminuirá. 


El tratamiento en este síndrome es sintomático, ya que para evitar la formación de coágulos la paciente deberá permanecer muy hidratada, aconsejándose que tome hasta tres litros de agua al día. También se le aconseja que beba bebidas isotónicas, las cuales disminuyen la salida de plasma de la sangre gracias al efecto de las sales. En los casos más graves sí que será necesario un ingreso  para la administración de suero por vía intravenosa además de la administración de anticoagulantes. Se indica además analgésicos y reposo para que los ovarios se movilicen lo mínimo posible. El proceso se resuelve por sí solo después de ocho o diez días. 

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